24 de octubre de 2007

¡¡Buena onda, buena on-da!!


Un tema que me pone sencillamente muy incómodo -por decir algo- es el de los aspectos psicosomáticos de las enfermedades. No niego que la tensión pueda hacer estragos en nuestra musculatura, y hay evidencias de interacción entre el sistema nervioso y el sistema inmune; pero hoy en día hablar del ánimo o del stress como causas de cualquier cosa es algo tan común que me da dentera.

Será que soy un jodido. Será también que me parece una manera de culpabilizar a la víctima: "¿Tenés una úlcera? Y claro, si andás siempre nervioso". De Helicobacter pylori, la bacteria que causa la mayor parte de las úlceras, ni hablar. Que muchas enfermedades tienen componentes psicosomáticos, claro que sí, pero ¿cuán importante es ese componente en cada caso? Y si ese componente fuera importante para el inicio de la afección ¿cuán importante es una vez que se ha declarado?


Esta predisposición hacia la explicación psicosomática es difícil de combatir porque, por supuesto, el bienestar emocional es parte importante de la calidad de vida. Sin duda que es mejor ser un enfermo con buen humor que uno amargado. Pero de ahí a "Sobre todo, buena cara, que eso ayuda" frente a cualquier afección, resulta en un voluntarismo rayano en el insulto hacia el enfermo.


Todo esto lo traigo a cuento por una notita que circula en los servicios de noticias, acerca de un trabajo llevado a cabo en la universidad de Pensilvania. Esta gente evaluó a dos grupos bajo tratamiento radiológico de cancer de cabeza y cuello, que completaron cuestionarios dirigidos a evaluar la calidad de vida de los pacientes. Dentro del cuestionario había una subescala de bienestar emocional: si estaban tristes, desesperanzados, nerviosos, etc. El estudio evaluó los resultados de 1093 pacientes, de los cuales 646 murieron en el transcurso de la prueba.


Mientras que otros parámetros demográficos y clínicos tienen valor para predecir el resultado del tratamiento, el estado anímico no correlaciona: la actitud y el ánimo no tienen ninguna influencia en la recuperación. Esto viene en contra de una creencia bastante generalizada de que el bienestar emocional ayuda a "luchar" contra el cancer.


No es el primer estudio al respecto, aunque sí es de los más grandes y muy parejo en cuanto a las condiciones de los pacientes. Abajo pongo enlaces a otros estudios con resultados similares. La tendencia es la misma: cuando tenés una enfermedad jodida, la responsable es la biología. Y todos los recaudos para ayudar al bienestar anímico son bienvenidos justamente porque es un tipo de bienestar (en algunos casos, fundamental: un paciente deprimido puede tirar la toalla y negarse a tomar la medicación); pero transformar la buena cara frente al mal tiempo en una obligación para el pobre enfermo no, gracias.




  • El abstract del trabajo con cancer de cuello.

http://www3.interscience.wiley.com/cgi-bin/abstract/116833335/ABSTRACT


  • Otros trabajos

http://jco.ascopubs.org/cgi/content/full/22/20/4184

http://jco.ascopubs.org/cgi/content/full/22/16/3381

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/sites/entrez?Db=pubmed&Cmd=ShowDetailView&TermToSearch=11742045&ordinalpos=1&itool=EntrezSystem2.PEntrez.Pubmed.Pubmed_ResultsPanel.Pubmed_RVAbstractPlus

12 de octubre de 2007

¡Menos mal que es viernes! (Sólo para fans de Star Wars)


Prometo que sólo enviaré tonterías como estas los viernes, eh.


Richard Cheese es un cantante/comediante que hace versiones "estilo las Vegas", según el, de canciones de rock, pop y (demasiado) rap.


En esta bonita página musical, se aparta un poco de su línea para hacer una versión de "Copacabana", hablando de Star Wars. Para los que como yo saben un poco de inglés pero no llegan a entender la letra, un alma caritativa armó un video subtitulado. Dura apenas unos minutitos, se te pega durante días.


Eso. Nos vemos.

10 de octubre de 2007

Piedra, papel, tijera: una de lagartijas y sexo

En nuestra tierna cursada de "Introducción a la Zoología", los biólogos de la UBA nos topamos con la historia de las lagartijas unisexuales (que tal vez algún biólogo amigo quiera resumir para este blog), y al menos en el caso de un servidor, quedamos marcados para siempre con una extraña relación entre lagartijas y sexo que hace maravillas a la hora de amenizar reuniones. Y quedar como un nerd del tipo enfermito sexual.

Para no interrumpir esta maravillosa tendencia, va otra anécdota lagartijil que llenará de gozo cualquier kermese a la que acudan.

Estos que ven arriba son tres machos de lagartija común europea (Lacerta vivipara). Como ven, tienen colores distintos en el vientre. Para qué le sirven, si es que sirven, no lo sé. Pero a Barry Sinervo le sirvió para identificar un juego evolutivo de "piedra, papel o tijera" entre estas lagartijas, en un trabajo que el muy tonto llevó a cabo en los Pirineos franceses, lugar feo si los hay.

La cosa es así: los machos de panza blanca se quedan cerca de sus hembras para vigilarlas de cerca, y colaboran con otros machos para defender su territorio. Los machos de panza naranja en cambio son agresivos y su estrategia es invadir los territorios de otros machos para aparearse con cuanta hembra se crucen. Pero esa estrategia los obliga a dejar su propio territorio. Ahí aparecen los de panza amarilla, que se meten sigilosamente en el territorio vacante y hacen lo suyo con las hembras que el grandote abusón dejó descuidadas; una estrategia que no sirve frente a la activa vigilancia de los blancos.

Entonces: la fuerza bruta naranja le gana a la cooperación blanca, la cooperación le gana al sigilo amarillo, y el sigilo le gana a la fuerza bruta.

¿Qué tul? Este mecanismo lleva a la supremacía sucesiva de cada tipo de macho -y de estrategia- con el paso de las generaciones; un fenómeno que habían predicho Sewall Wright en 1968 y John Maynard Smith en 1982. Y que probablemente se lleva a cabo en muchas especies, sin que lo sepamos.


Este juego ya había sido descripto antes en unas lagartijas de Norteamérica emparentadas con estas. Sinervo está tratando de identificar los genes que determinan este comportamiento, para ver si están presentes en ambas. De ser así, este juego de piedra papel y tijera se vendría jugando desde hace mucho tiempo. Y tal vez los humanos lo estemos jugando, aunque se haya vuelto algo más complicado...


El site de Sinervo:
http://bio.research.ucsc.edu/~barrylab/

Variantes enfermas de P-P-T:
http://www.umop.com/rps.htm


Ah, y por si no se dieron cuenta: cambió el nombre del blog y su contenido. Las aguavivas seguirán apareciendo, cuando pueda dedicar el tiempo a pulirlas, pero mientras tanto, no respondo de los contenidos. Los que estén suscriptos al grupo de google, pueden desuscribirse si no quieren recibir tonterías de este tipo.

Y eso. Hasta la próxima.